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Acaba con tu dolor de espalda
Entrena sin dolor

Acaba con tu dolor de espalda

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«De la camilla a la sentadilla»

¿Queréis saber cómo pasó Juanjo de estar a punto de operarse 2 hernias discales a entrenar sin ningún tipo de molestia? Pues esperad hasta el final.

En este artículo vamos a abordar el dolor de espalda de una manera general, basándonos en la experiencia que hemos tenido con decenas de personas que venían con este tipo de molestias, apoyándonos también en la bibliografía científica y, sobre todo, acudiendo a todas esas formaciones que hemos ido realizando durante tantos años.

La realidad es que el hecho de entrar como formador en Qualis Motus, ha provocado que no solo tenga que controlar la parte práctica, que es, al fin y al cabo, lo que le importa a nuestros clientes, sino también dominar el contexto teórico, que al final es sobre el que se apoya toda la práctica.

Vamos a dividir este blog en 3 partes principales. La primera de ellas será el modus operandi, lo que tendría que hacer cualquier cliente que tenga dolor de espalda. En segundo lugar, hablaremos de lo que NO hay que hacer, e intentaremos justificarlo. Por último, pondremos un ejemplo de un cliente nuestro del que estamos muy orgullosos.

¿Qué es lo que hay que hacer cuando tenemos dolor de espalda?

Lo primero que haríamos nosotros es concretar una cita con nuestro médico de cabecera y hacer, como mínimo una radiografía. La realidad es que esto nos vale la mayoría de las veces para descartar problemas importantes y, además, para tener un punto de partida.

Después de la radiografía, empieza la clave del proceso de mejora. Si en tu casa tienes una gotera, lo que haces es llamar al fontanero para que te encuentre la causa de la gotera. Pues el fontanero en este caso es un entrenador o fisioterapeuta especializado en valoración funcional y ejercicio correctivo.

El readaptador (usaré esta palabra a partir de ahora), lo que debería hacer es una valoración funcional en la que además de valorar tu espalda y demás estructuras implicadas, te hará una especie de entrevista para conocer mejor las posibles causas de tu dolor. Básicamente es preguntarle a tu espalda, en el lenguaje del movimiento, ¿cómo puede ayudarla?

Después de la valoración funcional, el readaptador, creará un programa de ejercicios personalizado para que te recuperes lo antes posible. Y, además, si lo cree oportuno, aprovechará también para coordinar también todo el proceso de entrenamiento con fisioterapia.

¿Qué es lo que no hay que hacer?

Ibuprofeno y natación. Seguro que os suena del contexto donde se suelen escuchar estas dos palabras. Si tu médico de cabecera, haciéndote un simple diagnóstico, te dice que tienes que tomar ibuprofenos e ir a nadar, desconfía. Lo que está haciendo es tirar una moneda al aire y rezar porque caiga de canto. El ibuprofeno no va a atacar nunca la raíz del dolor, su causa. Es como si vemos una humedad en el cuarto de baño y simplemente volvemos a pintar la pared. Por otro lado, para empezar a nadar lo primero que deberíamos hacer es saber si tenemos las condiciones de movilidad, estabilidad y control motor, necesarias para nadar. Y, en tercer lugar, saber si el cliente ha aprendido ya a nadar. Además, estaremos entrenando (nadando) de una manera general, y no personalizada, que es como se aborda cualquier tipo de molestia.

Experiencia real

Juanjo es uno de esos deportistas (así es como llamamos a todos los que hacen deporte con nosotros) que sabe que la disciplina es una de las características que marca la diferencia en la búsqueda del éxito. Él vino en diciembre de 2016, cuando aún no habíamos abierto el MQC. Le iban a operar de 2 hernias discales en enero, y empezó con nosotros simplemente para gastar ese último cartucho.

Lo primero que hicimos fue coordinarnos con Sandra, su fisioterapeuta, ya que las hernias de Juanjo se encontraban en una fase aguda, y pusimos en marcha todo el plan del que hemos hablado anteriormente. Quedamos con él y vimos una persona a la que no le quedaban muchas esperanzas, pero que tenía, como acabo de decir, la disciplina como aliada número 1. Nos contó un poco de qué trabajaba, hablamos unos minutos sobre la vida en general, y realizamos la valoración funcional.

Tuvimos la suerte de que en esa valoración vimos más de una bandera roja sobre la que podíamos trabajar. Así que es lo que hicimos, nos pusimos manos a la obra, y como no podía ser menos, si él estaba dando su 150%, nosotros por lo menos teníamos que dar nuestro 100%.

Un mes después decidió no operarse. Esa fue nuestra primera victoria. La segunda victoria fue cuando por fin empezó a ser funcional, y a ver cómo las molestias durante el día a día se fueron disipando. La tercera gran victoria fue hace algo así como un año. Le aparecieron unas ligeras molestias en el hombro, así que decidió volver a ver a su neurocirujano. De esa consulta sacó dos conclusiones. La primera es que el espacio subacromial de uno de los hombros se le había reducido, y por eso le dolía. Así que empezamos a tratar también ese hombro. La segunda conclusión es que las dos hernias se le habían reabsorbido, algo que pasa muy muy poco, os lo puedo asegurar. Atrás dejo días grises de dolor, que no fueron pocos, pero nunca de actitud, la actitud siempre fue increíble.

Así que, si en algún momento te encuentras como Juanjo, no te desanimes. Gasta tus cartuchos, y si aún así sigues con dolor, piensa en otra alternativa. Pero la mayoría de las veces hay alguien que te puede ayudar, eso seguro.

Nos despedimos con unas palabras del propio Juanjo: “las decisiones, sobre todo las importantes, nunca se toman solo. Familia y amigos ayudan a tomarlas y en mi caso, dos profesionales que ya son familia, me ayudaron con ello. Sandra, mi fisio, siempre confió en mis posibilidades de rehabilitación a pesar de tener el brazo izquierdo (soy zurdo) totalmente inerte y apenas con fuerza para abrir y cerrar la mano. Empecé a buscar información y un colega me recomendó a Marcos. Desde el principio su actitud y visión global ya me parecieron muy alejadas de lo que hasta ahora yo conocía de la “rehabilitación estándar”. Ejercicios innombrables que te hacen volver a las clases de psicomotricidad de la guardería pero que una vez perdida la vergüenza inicial tienen todo su sentido rehabilitador. No ha sido fácil, eso ya os lo aviso, muchos días malos, con dolor, molestias, sin ganas ni resultados a corto plazo, pero las ganas que pone todo el equipo, hacen que quieras seguir un día y otro. La motivación (objetiva) es fundamental, y en eso Marcos es un crack, siempre tiene un consejo, una alternativa o incluso una colleja cariñosa para que sigas avanzando. Gracias equipo”.

Si desea más información sobre este tema, rellene el siguiente formulario y en breve nos pondremos en contacto con usted. Gracias


Esta entrada tiene 2 comentarios

  1. Antonio

    Enhorabuena a Juanjo y al equipo de MQC! Un buen articulo de un caso real que demuestra que con esfuerzo y rodeado de buenos profesionales siempre se obtiene un buen resultado.

    1. Marcos Vega

      Gracias Antonio. Creo que estás en el top 3 de mejores fans del MQC hehe

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